Villanueva del Conde – La Buitrera de Garcibuey
Ubicación: Sierra de Francia – Sierra de las Quilamas.
Recorrido: Circular. 15,5 km.
Duración: 5 horas.
Dificultad: Media/Alta.
No señalizado.
Consejos: Llevar agua, ya que no hay fuentes en el camino. Llevar prismáticos para observar los buitres.
Para ver el mapa en Google Maps, haz clic en la imagen.
Cuando, desde cualquier punto de Villanueva del Conde, miramos en dirección al norte, podemos ver una montaña con un canchal de piedra con forma característica de «W» que llaman aquí «El abanico». Por detrás, asoma la cumbre del CastilloViejo, en plena Sierra de Las Quilamas, separados por el profundo y estrecho lecho del río de La Palla. La Sierra de las Quilamas alberga una densa población de buitres que suelen verse volando encima de sus cumbres. La que nos interesa tenía hasta hace poco un comedero donde se depositaba animales muertos para estos basureros y recicladores de la naturaleza: La Buitrera de Garcibuey.
Con sus cumbres que oscilan entre los 1.100 y 1.200 metros, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de vistas muy bonitas sobre la Sierra saliendo desde nuestras casas rurales Caño Chico y La Fuente en Villanueva del Conde.
El incendio y la fuerza de la naturaleza.
Hace justo 10 años, en junio 2005, un incendio provocado por un rayo arrasó una buena parte de la Sierra de las Quilamas, llegando a las puertas de la Cueva de la Mora, quemando los valles de las Quilamas y de la Palla, bajando por el Abanico hasta llegar casi al pueblo de Garcibuey que tuvo que ser desalojado por el denso humo que no dejaba respirar a sus vecinos. Más de 1.000 hectáreas se convirtieron en dos días en un paisaje negro y desértico de aspecto lunar.
Buitres planeando en el Valle de la Palla, 2 años después del incendio.
10 años en los que la naturaleza ha trabajado a marcha forzada para recuperarse. El monte bajo, compuesto sobre todo de brezo y retama pero también de jara y cantueso, está ahora dejando paso a los arboles que van ganando altura, ayudados por campañas de repoblación de esencias más respetuosas del medio como la de alcornoques que se ha hecho recientemente en las laderas de la Buitrera (ver foto de portada)
En principio de primavera, el brezo llena los montes de tonos rosa y morado.
…Seguido del violeta del cantueso que llena el aire de su fragancia y atrae a las mariposas.
Todavía quedan bastante eucaliptos que además de ser «antorchas» terribles en los incendios, son los primeros en recuperarse y volver a brotar. Esta variedad de la foto tiene una hoja gris-azulada muy bonita.
Delicadas florecitas de monte…
Flores de jaras con sus frágiles pétalos…
E incluso alguna clase de orquídea. La madre tierra, al final, siempre es la que gana.
El recorrido paso a paso
Desde la plaza del ayuntamiento, subimos por la carretera para salir del pueblo.
Cruzamos la carretera para coger la pista de tierra que sube hacia Sequeros.
A 200 metros, en una curva, tiramos a la derecha por un camino llano que es la conducción de agua del pueblo, agua que mana en las faldas de la montaña que es nuestro destino.
A un kilómetro aproximadamente, el camino tiene una fuerte pendiente que baja hacia el rió San Benito. En este punto, estamos por encima de la piscina natural de Villanueva.
La baja se hace por un bosque húmedo más frondoso y pasamos al lado de un antiguo corral.
Cruzamos el río saltando por unas piedras…
…Y empieza una subida pronunciada hasta llegar a una pista forestal.
Si nos damos la vuelta durante esta subida, vemos el camino que hemos bajado antes.
El ultimo tramo de esta pendiente se cierra un poco con la vegetación pero no hay perdida, de no ser de saltar al monte.
Llegando a un bosque de eucaliptos, distinguimos un cruce de pistas de tierra.
En frente sigue la pista de la captación, pero tenemos que subir por la otra pista a la izquierda.
A la derecha de este mismo cruce, tenemos la dirección que tomaremos a la vuelta.
Durante la subida por este bosque de eucalipto, dejaremos cualquier pista a nuestra izquierda, siguiendo la cuesta.
Salimos del bosque y empieza un tramo más llano, antes bosque de pinos y ahora reino de las retamas.
Un poco más arriba, este pino solitario en un cruce de pistas es un punto de referencia clave.
A la izquierda llegaríamos al pueblo de San Miguel Del Robledo. En el centro está nuestro camino de regreso. Y a la derecha, la dirección a tomar ahora.
Cogemos, pues, a la derecha…
En medio de retamas más altas que nosotros, caminamos disfrutando de las vistas sobre la Sierra de Candelario y Béjar.
…Y vemos muy de lado las cumbres de la Buitrera.
El camino vuelve a bajar.
Cuantos rodeos tenemos que dar en este terreno accidentado. Los buitres tardarían 1 minuto en llegar desde el pueblo, aprovechando las corrientes sin a penas esfuerzos.
En este punto, nos damos la vuelta y adivinamos parte de todo el recorrido que hemos hecho desde Villanueva del Conde.
Y en un punto más alto, vemos el viaducto cerca de la piscina natural así como un trozo del principio y del final de nuestra excursión.
Arriba de estos riscos se encuentra la Buitrera.
En el centro, vemos Miranda Del Castañar, a la izquierda está Garcibuey,. y a la derecha Villanueva Del Conde.
Llegamos a otra pista que tenemos que subir cogiendo a la izquierda. hay un cartel de aprovechamiento de setas como referencia…
…Y también otros pinos solitarios. Pero si bajamos por esta pista, llegaremos a Garcibuey.
La altura nos permite a ver a lo lejos la típica silueta de la Peña De Francia.
Otro cruce importante un poco más arriba. Ya falta poco para llegar a la cumbre y seguimos subiendo, dejando esta pista de la derecha para la vuelta.
Ya hemos llegado. entre el lió de cortafuegos que hay arriba, cogemos a la derecha para caminar sobre las cumbres de la montaña.
Y tenemos la recompensa de contemplar vistas preciosas sobre las Quilamas, sobre la Entresierra en dirección a Los Santos cuyas canteras de granito se pueden ver a lo lejos.
Muchas pistas se abrieron después del incendio para limpiar y repoblar el monte, dejando nuevas cicatrices en el paisaje. Aquí el Castilloviejo de Valero con su castro y su leyenda, el río La Palla en el fondo.
Hoy, no tenemos suerte: Ni rastro de los buitres que suelen volar por esos parajes, o posarse en esas rocas.
El comedero de buitres, que se valló para cumplir con las nuevas normas medio ambientales hace más de 15 años, parece algo abandonado. pero después de contactar con el agente forestal de la zona me contesto lo siguiente: «El comedero sigue activo. El que haya cadáveres depende si los particulares autorizados han llevado allí los animales muertos en su explotación. La administración ya no se encarga de suministrar alimento ni de realizar el transporte desde las fincas de particulares allí.»
Otra vista de Miranda y más allá…
Detrás de la Sierra de Candelario, podemos ver las cumbres de las Sierra de Gredos.
Volvemos a casa: Bajamos por donde hemos venido y al primer cruce (o el último que pasamos al subir) , cogemos a la derecha.
Ese cruce tiene una indicación de trafico. No hay otra en kilómetros a la redonda.
La ultimas luces del día nos regalan bonitos cuadros como este.
De repente, la pista se confunde con un cortafuego recién hecho.
Nos damos la vuelta. Nosotros hemos salido por el bosque, el cortafuego sube recto monte a través.
Llegamos al cruce del pino solitario. ¿ Os acordáis ?
Si. Ese.. (ahora venimos de la pista del centro)
Cogemos en frente, bajando por la misma pista por la que hemos subido.
Y bajamos.
Y bajamos…
…Hasta llegar otra vez al cruce con la pista de la captación de agua, pero ahora seguimos recto.
Justo después de este cruce, tenemos una finca de cerezos como referencia.
Seguimos bajando hacia el viaducto de la carretera.
Hasta llegar a la antigua carretera que cogeremos girando a la derecha.
Esta vieja carretera es la curva que acortaron con el viaducto. Al fondo está la piscina natural.
La piscina tiene una barbacoa y un chiringuito en verano.
El ultimo tramo lo tendremos que hacer por la carretera, subiendo hasta Villanueva del Conde.
Nosotros salimos a media tarde. Y llegamos casi de noche.
Después de subir varias curvas por la carretera, veremos a la izquierda un pista con una pared blanca y una banda naranja (un deposito de bombonas de gas), la cogeremos.
Al final de la pared, hay un cruce y tenemos que seguir de frente.
Entre paredones de viñas y fincas perdidas, llegamos a Villanueva del Conde pasando delante de un lavadero y de la fuente del Pilar.
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