El Caserito – Peña de Francia
Ubicación: El Caserito (Nava de Francia) – Sierra de Francia.
Recorrido: Lineal. 11 km ida y vuelta.
Duración: 4 horas sin contar la visita del santuario de la Virgen de la Peña.
2h30 para la subida, 1h30 para la bajada.
Dificultad: Media-Alta.
Señalizado.
Para visitar la Peña de Francia, uno puede subir cómodamente con su coche. Desde nuestras casas rurales Caño Chico y La Fuente, tardará unos 20 minutos. Pero seguir los pasos de Simón Vela y de los miles de peregrinos que visitaron el lugar a través de los siglos es una experiencia única, y «ganarnos» la cumbre nos hará disfrutar todavía más de las vistas que arriba se pueden contemplar.
El recorrido paso a paso.
La excursión se hace mitad a la sombra de robledales y pinares, y mitad al sol. Quitando los días de viento, niebla y intenso frío, cualquier época del año se presta a realizarla. Pero teniendo en cuenta que vamos a subir unos 700 metros en un poco más de 5 kilómetros, lo que equivale casi a una cuesta del 15%, hemos de tener un mínimo de forma física.
Habrá que ser cautelosos al principio, pues se juntan en El Caserito varias rutas: Camino de los castaños centenarios, camino del Peñasco, una ruta circular para bicis…La que sube a la Peña esta un poco más adelante y tendremos que seguir un tramo de alguna de estas rutas.
Es fácil liarse entre tantas marcas y postes indicativos y despistarse. Mirar bien al empezar la caminata en las flechas indicativas la dirección «Peña de Francia».
Podemos aparcar cerca de los restaurantes, en el cruce de carreteras Salamanca-La Alberca-Nava de Francia.
Desde allí, caminamos por un camino bordeado de farolas.
Un poco más lejos, llegamos a una pista donde, cerca de la carretera, podemos ver este cartel que nos indica las diferentes rutas del Caserito, haciendo hincapié en la del Peñasco, un paseo corto que permite descubrir extrañas formas talladas en las rocas cercanas.
Las figuras de Tomé, las podemos ir a ver si queremos, y después seguir la pista señalizada para bicis en amarillo y blanco para encontrarnos en el cruce con la ruta de los castaños centenarios (Ver 5 fotos más abajo).
Pero volvamos a nuestra ruta: Pasando cerca de un camping a nuestra izquierda, y cruzando un arroyo, llegamos a un núcleo de casas (el viejo Caserito)
Seguimos a la derecha la indicación de la ruta de los castaños centenarios.
Como veis, no faltan indicaciones…Pasamos entre algunas casas y enseguida nos adentramos en el bosque de castaños.
Algunos son especialmente espectaculares.
Dejamos el Camino bien llano y preparado de los castaños centenarios, aptos para minusválidos, para seguir la pista en dirección a la Peña de Francia. Es el punto de encuentro para los que hubieran ido a ver las figuras de tomé.
Caminamos un rato por esta pista hasta ver un desvió «Peña de Francia» que sube por un senderito.
Senderito que nos llevará a otra pista.
Cuando llegamos a esa pista, hay una fuente pero por desgracia no mana.
Nos encontramos con la intersección de nuestro camino con et ramal de GR10 que viene de la Alberca y se dirige a Monsagro pasando por la Peña de Francia. Lo vamos a seguir hasta el final.
Para los que se hacen un lío con las marcas que cambian de colores (hemos empezado por amarillo, después verde, y ahora rojo, siempre acompañados de una franja blanca), tenéis que saber que cuando se juntan 2 caminos señalizados, ganan las marcas del recorrido más largo. Verde es pequeño recorrido, amarillo mediano y rojo largo recorrido. Por eso ahora desaparecen la marcas verdes y solo quedan las rojas (Normalmente, la primera marca al encontrarse esos 2 caminos debería llevar las 3 bandas: roja, verde y blanca. Y lo mismo justo antes de separarse otra vez, es una manera de avisar…)
Un corta fuego podría ser el atajo perfecto pero es mucho más cómodo y bonito seguir los lazos del sendero.
La peña nos ofrece su lado más vertiginoso y agreste.
Algunos tramos entre los pinos son muy bonitos, y más aún en primavera con el brezo y la retama en flor…
Una de las pocas posibilidades de ver La Peña de Francia tal y como la pudieron ver los primeros habitantes de esta Sierra: Sin monasterio ni antena.
También vemos a lo lejos el monasterio de casa Baja cerca del pueblo del Maíllo. Construido en mismo tiempo que él de la Peña de Francia, le servía de «campo base», proporcionándole recursos y alimentos. Y refugio, ya que era imposible quedarse arriba durante los fríos y largos inviernos de entonces. Declarado monumento histórico, se encuentra, igual que el Convento de Gracia de San Martín, en un estado deplorable de abandono.
La última parte de la ruta está empedrada. Es emocionante pensar en la gente que durante siglos subió por aquí, algunos penitentes incluso de rodillas según me han contado.
Ver grupos de cabras montesas, sobre todo si no hacemos ruido, será todo un espectáculo. Aquí la familia completa con hembras, crías y cerrando la marcha, dos machos.
Ya con el monasterio a la vista, subimos por el Vía Crucis.
Algunas piedras del empedrado del Vía Crucis tienen fósiles. La Peña y sus alrededores están plagados de ellos.
El monasterio siempre a tenido una hospedería para acoger a los peregrinos. Hoy en día existe un edificio más moderno que abre desde la primavera hasta el otoño.
Vista de 180º desde el mirador de la Peña de Francia.
Después de disfrutar de ellas, y visitar el monasterio, volveremos por el mismo camino al no ser que queramos empalmar con una ruta más larga.
La Peña de Francia, faro cultural y espiritual de la Sierra de Salamanca.
El nombre de sierra de Francia tiene su origen en la repoblación francesa de estas tierras en el siglo XII. Seguramente tiene que ver con este evento la aparición de la leyenda de la Virgen negra de la Peña de Francia.
La leyenda cuenta que un monje de Paris, tuvo una aparición de la Virgen ordenandole de buscar y encontrar una imagen suya escondida en una cueva de la Peña de Francia: «Simón, vela y no te duermas mientras buscas…» le dijo. Por eso es más conocido como Simón Vela. Buscará en vano durante años en Francia…
Después de un viaje a Santiago de Compostela, pasa por Salamanca donde oye hablar de la Sierra de Francia. Siguiendo unos carboneros de San Martín del Castañar, y después de mucho buscar, encuentra finalmente, un día del año 1434, la imagen que había sido escondida en los tiempos revueltos de las invasiones musulmanas.
Allí mismo se construyó el monasterio que durante siglos, fue un lugar de peregrinación para los habitantes de la zona e incluso más allá: En efecto, en el siglo XVI, algunos monjes dominicanos del lugar sembraran el culto de la virgen de la peña de Francia en tierras lejanas como Argentina o Filipinas.
Sea uno creyente o no, la Peña de Francia tiene un magnetismo que hace de esta cumbre un lugar a la fuerza telurica especial. Su peculiar silueta que nos acompaña, vayamos donde vayamos en la Sierra. Las vistas, un día despejado, que nos dejan ver por 360º desde Portugal hasta Salamanca, desde Gredos hasta las tierras extremeñas. Admirar allí el alba o el atardecer dejan un recuerdo imposible de borrar, y poder tocar las estrellas…
Aunque que para terminar con un punto negativo, es una pena, casi un delito, que la gran antena de telecomunicación se esté llenando estos últimos años, de numerosos focos muy potentes que iluminan toda la cumbre y que incluso más abajo, arruinan la posibilidad única de disfrutar de un cielo oscuro a 1800 metros, condiciones que son el Santo Gríal de cualquier aficionado a la astronomía…
Enlaces para saberlo todo sobre las leyendas de la Peña:
Historia breve de la Peña de Francia.
Simon Vela.
El campo base ideal para tus excursiones en la Sierra de Francia
Llámanos al 647 229 674 o reserva Online
l, sacerote e hijo de a ruta el Caserito la Peña la hacemos desde 2.008 un grupo de peregrinos de Cereceda todos los años en Agosto en recuerdo de nuestro amigo Serafín, sacerdote e hijo del pueblo. Ver en el blog PATALOSO.
en agosto. Sudareis la gota gorda!…
Muy buena explicación y fotos. Gracias.
Encantado de que le haya gustado