Relatos de observación astronómica
nebulosa america

Nebulosas América y Pelicano

29 de julio 2017, cerca de Cerreceda (1.000 metros), Sierra de Francia – Salamanca.

Mi refractor de 120 mm no sale mucho ahora que tengo el Dobson 500 mm y más aún desde hace algunos años, que mi viejo reflector casero Newton 200 mm está fijo debajo de una caseta en el jardín de las casas rurales. Pero me sigue dando a veces unas grandes alegrías. De vez en cuando, tras ingestiones de cuerpos celestes observados con aumentos vertiginosos, cansado por mis viajes en las profundidades galácticas, me viene la gana de volver a contemplar el cielo con toda simplicidad, como en mis principios, en pequeñito.

Llego sobre el lugar de observación en 10 minutos, un poco más alto y con algo menos de contaminación lumínica que cerca de Villanueva del Conde. Desgraciadamente, este lugar se vuelve húmedo fuera del verano y prefiero entonces ir a otro sitio, el mejor de la comarca de la Sierra de Francia quizás, entre El Maíllo y Morasverdes.

Monto mi catalejo, del que hace unos años, cambié el enfocador de serie por uno mejor, convirtiéndolo en un instante en otro instrumento, más fiable y preciso.
Esperando la noche oscura, apunto a Marte, únicamente para alinear el visor, ya que está muy baja en el cielo. Observándola con el Ethos 6 mm, se la ve inmersa en las turbulencias…

No muy lejos, un poco más alto, Saturno ofrece algunas buenas imágenes cuando las turbulencias se paran. Pero cuando uno tiene costumbre de verla con el 500, esta visión se hace rápidamente aburrida. Guardo entonces el Ethos 6mm.

De mi maleta de oculares, esta noche solo va a salir el Panoptic 41mm, a lo mejor el Ethos 21 mm para los pequeños cúmulos. Porque esta noche, lo que quiero, es pasearme por las estrellas de la Vía Láctea, deleitarme de pequeños puntos, y con este Panoptic 41 y sus 2,8º de campo y 24x de aumento, me lo voy a pasar pipa.

Empiezo cerca del horizonte, en el Escorpio con los 2 cúmulos M7 (Ptolomeo) y M6 (mariposa). Que guay observar estos objetos con mucho espacio y estrellas alrededor, una visión de prismáticos, pero sin vibraciones.

Subo hacia la nebulosa de la Laguna (M8) y para acallar algunas leyendas urbanas, saco un filtro UHC (NPB DGM optic muy bueno) para realzar el gas visible alrededor del cúmulo abierto. Os lo digo, lo repito y lo firmo aquí: Los que dicen que esos filtros solo se pueden usar a partir de 200 mm de diámetro porque oscurecerían demasiado la imagen, se equivocan. En un buen cielo, esta teoría no tiene cabida. La visión combinada de M8 y de la pequeña nebulosa Trifida (M20) es una preciosidad…

y vienen más sorpresas…
Me pierdo en la parte densa de la Vía Láctea del Sagitario, el corazón de nuestra galaxia. Paso por el bonito cúmulo globular M22, luminoso y cuyas estrellas en los bordes se ven bien definidas. Y salto hacia los cúmulos M23 y M25 antes de llegar a las nebulosas del Cisne (M17) y del Águila (M16) que con el filtro me revelan su típica forma, pero en miniatura, muy divertido…

Sigo subiendo por el Camino de Santiago y llego al cúmulo del Pato (M11). Nunca vi muy evidente la forma de un pato con aumentos en el 500, pero aquí, en pequeñito, perdido en el cielo, la silueta de un pájaro volando se vuelve clara.

cúmulo abierto

Cúmulo del Pato

Llego rápidamente en la constelación del Cisne y apunto a Deneb para encontrar la famosa nebulosa América (NGC 7000). Con este campo de casi 3º, la veo entera, brillante, con su nebulosa vecina del Pelícano, y gracias otra vez al filtro “que sobre todo no se debe utilizar con un pequeño diámetro, ah! vade retro Satanas!”. En el dobson 500, con este mismo ocular, pero con su focal de 2000 mm , que me da el doble de aumentos, solo puedo pasearme por los contornos de la nebulosa, observar el golfo de México y bajar hacia Salvador y Guatemala, los cuales se pierden en la niebla galáctica.

Ahora viene la sorpresa!!!
Las nebulosas del Velo (NGC 6960-6992-6995). Casi las tengo las 3 en el ocular. Es increíble ver la escoba de la Bruja y el triangulo de Pickering al mismo tiempo que el velo grande. Pero lo es todavía más sacando el filtro OIII Lumicon, lo ideal sobre esta nebulosa en un tubo grande. «Pero por favor, que haces ? Si este filtro es todavía más restrictivo que el UHC ! no vas a ver nada!» dirán los puristas. Es la primera vez que lo uso sobre este tubo. El contraste aumenta y deja ver los filamentos, La visión es fotográfica. Casi tal como la sacó un cliente el año pasado desde el jardín con una simple maquina de fotos en paralelo sobre esta montura. Otra leyenda que se viene abajo: En un buen cielo, todo es posible !

nebulosa del velo

Foto de las nebulosas del Velo realizada por Orionrider durante sus vacaciones en nuestras casas rurales en Julio 2015.

Acabo mi paseo con algunos cúmulos en Casiopea, como la Rosa de Caroline (NGC 7789) o la Libelula (NGC 457), el doble cúmulo de Perseo y por supuesto, la galaxia de Andromeda (M 31) que nunca puedo ver entera en mi dobson por lo enorme que es y lo que ocupa en el cielo.

Con estas imágenes bellísimas incrustadas en mi retina, desmonto hacia la una y media de la noche. Mañana tengo que salir otra vez, pero con el tubo grande. Un «tour» astronómico para unos clientes flamencos que seguramente alucinaran de ver estos mismos objetos, brillantes como diamantes, en un telescopio de medio metro en un cielo como no los hay en su país.

Pero esta noche, para mí solo, esta rápida salida ha sido felicidad pura!

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